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Pregunta: Según lo que vimos en la entrega anterior, las mujeres pueden utilizar y portar armamentos en caso de necesidad vital. La pregunta que se presenta es en el caso de la profetiza Yael que ultimó al general Asirio Sisera y utilizó para ello una estaca pues no quería utilizar armamento ya que el mismo es de uso masculino y por lo tanto no se le permitía. Según esto estaría prohibido que las mujeres utilicen armamento incluso en casos de peligro.
Respuesta: En principio debemos aclarar la pregunta. En el libro Shoftim cap. 4 se relata que Yabin, rey Quenaanita oprimía al pueblo de Israel y los acosaba permanentemente,, y debido a que el pueblo judío no se comportó correctamente D-os no los protegió de los ataques de este monarca. Entonces comenzaron los hebreos a rogar al Eterno que los salve de manos del rey Yabin.
En aquellos días, el ministro de guerra del rey Yabin era un tal Sisera y la profetiza de Israel, Deborá quien conducía los destinos del pueblo hebreo pues no existía ningún hombre capaz e inteligente como ella (Tosafot Nidda 50ª).
Ella, Deborá, convocó a Barak ben Abinoam para que enfrente a Sisera junto con diez mil soldados de la tribu de Naftali y les aseguró que el D-os de Israel los asistiría en la guerra. Barak, temió salir solo a la guerra y le pidió a Deborá que salga con ellos, entonces Deborá le dijo: Yo iré contigo, pero ello disminuirá el esplendor de los caminos que emprendas, pues en manos de una mujer entregará D-os a Sisera. O sea, en principio aceptó Deborá ir a la guerra con Barak, sin embargo le dijo que por no confiar en ella y dirigirse a la guerra solo, D-os entregará a Siserá en manos de una mujer, la cual lo matará.
De hecho, D-os asistió a Israel y el enemigo fue vencido y diezmado totalmente. El mismo Siserá huyó y se ocultó en la casa de Heber Hakeni, que era amigo del rey Yabin. Allí habitaba Yael, que al ver a Sisera se dirigió a él y lo invitó a su tienda. Allí, el general, sediento, le pidió a Yael agua, sin embargo ella con inteligencia le dio a beber leche para adormecerlo. Una vez que el general cayó dormido, relata el profeta que Yael, la mujer de Heber Hakeni tomó la estaca de la tienda y se acercó lentamente al general y le clavó la misma en la cabeza y ya muerto se desplomó al piso.
En la traducción de Yonatan ben Uziel sobre el profeta comenta que Yael no quiso utilizar un arma para matar a Sisera pues está escrito No vestirá la mujer prendas de hombre, y por ello lo mató con la estaca de la tienda, como lo cita Rash·i en su comentario sobre el profeta.
Según este relato, aparentemente la mujer no debe utilizar armamento incluso en situaciones de peligro.
Sin embargo, al margen del argumento que expusimos en la entrega anterior que aquellas cosas en las que el uso cambió e incluso las mujeres acostumbran hacerlo no aplica la prohibición del versículo de utilizar elementos masculinos, existe una explicación adicional.
Nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, (Yejave Daat tomo cap. 54) escribe: Yael no mató a Siserá con una espada pues estaba dormido y podía eliminarlo fácilmente con una estaca. Sin embargo ante un ataque terrorista, ante el cual se debe reaccionar en forma inmediata para repeler a un enemigo violento y armado con armamento sofisticado y peligroso, evidentemente es necesario proceder con premura y utilizar armamento apropiado para eliminarlos y no permitir que sometan a las mujeres. Y como está escrito, si tratan de matarte debe adelantarte y matarlo (Berajot 62b). Por lo tanto, también las mujeres pueden utilizar armamento y no existe prohibición alguna al respecto.
Cita RAbì Ovadia Yosef, Shlit”a, como prueba adicional el Midrash (Naso, Parashat 11 cap. 3) sobre el versículo He aquí el aposento de Shelomó, se refiere a D-os, dueño del Shalom; Sesenta gladiadores la rodean, son los seiscientos mil judíos que salieron de Egipto; Los poderosos de Israel, inclusive las mujeres y los niños, todos ellos portadores de espadas, como afirma el versículo: Armados salieron los hijos de Israel de Egipto. Vemos que el pueblo judío al salir de Egipto salió armado incluso las mujeres.
Sin embargo existe una maravillosa enseñanza en el relato sobre Yael, pues seguramente aquella noche la piadosa Yael estaba sumida en una gran ansiedad, como comentan nuestros sabios (Yebamot 103) y de hecho se apoderó de ella un profundo temor al tener en su tienda al general enemigo tan temido, al cual debía eliminar para proteger al pueblo de Israel. Y ella, una mujer fina y delicada seguramente tembló al tomar la estaca para matarlo y prácticamente se le detuvo la respiración.
Sin embargo su gran piedad no le permitió en esos momentos debilidades o pensamientos que la turben y confundan su decisión de realizar la voluntad de D-os. Por ello, en momentos tran trascendentales, pensó cómo eliminar a Sisera, pues si tomaba una espada asiría una elemento prohibido para ella, por lo que decidió hacerlo con la estaca aún cuando ello era más dificultoso.
El Eterno tomó en cuenta su accionar y le otorgó el mérito que por generaciones su nombre sea citado dentro del pueblo de Israel para bien y bendición, como lo entonaron Deborá, la profetiza y Barak ben Abinoam: Bendita será entre las mujeres Yael, esposa d
e Heber el Kenita, entre las mujeres en la tienda será bendita